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Laura Angélique Salm
Universidad de la Haya – Holanda
1°Semestre 2014

Vivir en Santiago de Chile e ir a la Universidad de Santiago fue una experiencia que nunca más voy a olvidar y voy a recordar con mucho cariño en el futuro.

Viajar a Latino América siempre era uno de mis objetivos en la vida. Desde bien temprana edad, este continente me ha atraído por sus paisajes y culturas tan diversas. Cuando tuve la oportunidad en mi universidad de La Haya en salir de intercambio a Santiago, lo acepté sin dudarlo.

Chile no me decepcionó. Me enamoré de la diversidad y los paisajes de Chile. La geografía y la naturaleza son impresionantes, hay de todo, playa, nieve, selva, desierto, montañas, volcanes, lagos y mucho más, todo un corazón quiere. También, me encantó la ubicación de Santiago, una ciudad grande en medio de los gigantes andes. Desgraciadamente no se puede ver la belleza de las montañas siempre a causa del Smog, que es el punto negativo de Santiago.

Me recuerdo bien de la primera semana en Santiago, no entendí casi ni palabra aún pensé que sé el castellano bastante bien, pero el Chileno fue como otro idioma para mí, porque se usa mucho modismo y no pronuncian las palabras muy bien. Después de cinco meses todavía no puedo entender todo lo que los Chilenos dicen, sin embargo, pude mejorar mucho mi español.

La Universidad de Santiago fue muy diferente de la Universidad en la Haya, Holanda. Acá hay más controles, trabajos y presentaciones durante todo el semestre que estaba acostumbrada. Entonces tuve que planificar el tiempo muy bien entre estudiar y disfrutar la ciudad. Que me gustó en la USACH es que no hay tantos estudiantes de intercambio como en otras universidades. Así que mi amiga y yo estuvimos en muchos cursos las únicas extranjeras que tuvimos la oportunidad de conocer a los chilenos.

Estoy agradecida por esta experiencia buena y espero que en futuro pueda regresar para encontrar a mis amigos de nuevo que hice durante el intercambio.